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En el momento en que se puede proponer una ciencia moderna, es decir, a comienzo del siglo XVII, el entusiasmo de Bacon al declarar que "la ciencia del hombre es la medida de su potencia porque ignorar la causa no es poder producir efecto" y " lo mas útil en la practica, es el propio tiempo lo mas verdadero en la ciencia", tuvo suficiente eco social y cultural como para que se pensara que la ciencia era el mejor de los saberes y tuviera gran reconocimiento publico. En el siglo XIX, aquel entusiasmo de Bacon había sido justificado por el gran impacto de la ciencia en la producción y el mejoramiento de las condiciones existenciales de los individuos. La investigación científica en nuestra época es una empresa social de enormes proporciones, tanto por su infraestructura como los gastos que supone y las transformaciones que puede producir sobre nuestro entorno. En los paises desarrollados la inversion en esta actividad proviene, por una parte, del estado y, por otra, tal vez más grande, de los dueños de las empresas privadas, quienes desde el mismo inicio de la era industrial entendieron que todo proceso de desarrollo económico y social es mas eficiente si está basado en la ciencia, y que la inversión en esta es más rentable hacia futuro.